El técnico de la Cultural, Raúl Llona, asegura: ´´Todo lo que sea sumar siempre es importante. Hay que valorarlo. Jugamos fuera de casa y los rivales aprietan. Hay que darle valor a que nos pusimos por detrás en el marcador y el equipo en todo momento no le perdió la cara al partido, siguió confiando y trabajando, y al final tuvimos premio con el empate. Hay que valorar la actitud que hemos tenido en todo momento. Nos vimos por detrás pero tuvimos capacidad de reacción y empatamos. Pudimos incluso ganar en esa última jugada, pero seguir sumando a domicilio siempre es importante´´.
Esas palabras del entrenador de la Cultural son fiel reflejo de lo que sucedió durante el partido disputado en el Cerro del Espino, pero si la Cultural sacó ese empate y casi la victoria se debió a los dos sub-23 que ficharon para dejarse la piel por la Cultural y regresar a sus clubes de origen con el crecimiento que supuso su cesión, para dar tardes de gloria en La Cerámica y en San Mamés. Fabio Blanco y Luis Bilbao dieron frescura y luz a un equipo atascado y cegado en el Cerro del Espino. Fabio impuso la revolución como arma de juego y Bilbao la garra llena de calidad que a punto estuvo de voltear el gol de ventaja de los locales.
Fabio pareció el súper héroe con su rostro disfrazado con la camiseta de su Cultural que le va posibilitar mostrar todo su vendaval futbolístico para convertirse en el protagonista que necesita el equipo para hacer real otro capítulo histórico de un club más que centenario.
"A Fabio y a Luis Bilbao les falta un poco de ritmo de competición, hay que ir canalizando sus minutos. Nos van a ayudar, tienen desborde en los duelos y hay que tener un poco de paciencia. Son muy jóvenes y se han de ir situando en el equipo para que puedan aportarnos su máximo nivel", analiza el preparador riojano.
Llona los conoce bien, sobre todo a Bilbao. Dos refuerzos al pie de la letra. Sólo falta el delantero que remate las galopadas que demostró Fabio en Majadahonda, vestido de súper héroe.
