La entrada en funcionamiento de la Variante de Pajares ha permitido que este año Asturias cambie radicalmente su discurso en la Feria Internacional de Turismo (Fitur), que ayer cerró sus puertas después de cinco intensos días de presentaciones, propuestas, compromisos políticos y contactos de negocios. Superada la barrera que durante siglos separó el Principado del resto del país, ahora también por los trenes de alta velocidad, la región ha puesto de largo su nueva distancia con Madrid y el resto de los destinos, y espera un revulsivo para su sector turístico. De hecho, según ha presumido en Fitur, la venta de billetes se ha multiplicado ya por cinco desde que la Variante abriera a finales de noviembre. Otra cosa es el tipo de visitante que Asturias espera. En la onda de los últimos debates a raíz del espectacular crecimiento del sector, el presidente Adrián Barbón ha advertido que lo primero es conservar su patrimonio natural.
